Renzo Piano era pescador de fama cuando yo estudiaba Arquitectura (1981-91), Junto con Foster y algun otro habían sacado del mar extraños monstruos marinos que pasmaban a unos e irritaban a otros. Ellos los llamaban High Tech Architecture.
Renzo se ha venido a pescar a la Bahía de Santander y ha sacado del mar un hermoso pez, como pescador experto, le ha cortado la cabeza y la cola y lo ha abierto por la mitad, Pero le ha dejado las tripas, de forma que la mitad derecha y la izquierda siguen en cierto modo unidas por unos colgajos de visceras. ¿un pescador experimentado y se deja las visceras al limpiarlo?-le oigo exclamar a usted, experimentado pescador de los de verdad-. Pues si, Renzo ha dejado, sabiamente-hay que decirlo-esas visceras colgando para que las hormiguitas podamos trepar hasta las entrañas del pez, subirnos a su lomo, admirar como el sol juega con sus escamas, mirar, desde lugar seguro-pues no hemos de olvidar que somos hormiguitas-el mar y la montaña de Santander,. Para que podamos adentrarnos en los lomos del pez y alimentarnos, si es nuestro guasto, de conciertos, conferencias y/o exposiciones. Renzo es un pescador bueno, como una mamma italiana, y ha dispuesto su pez de forma y manera que las hormigas podemos juguetear por su enorme cuerpo sin tener que entrar en exposiciones, cafeterias ni tiendas. Grace tanto, Renzo. Thank you, Mr. Piano. Dio ti guarde, signore