La versión Gran Reserva de Lamadrid debía seguir la idea conceptual de la heliofanía mendocina pero apartarse de la imagen generando el salto lógico de categoría de vino y precio. Por eso en este caso caso la puerta abierta deja ver el cielo de Agrelo. La idea, además de romper con el esquema lógico de imagen para esta categoría de vinos (U$ 25), produjo gran impacto y recordación en los medios especializados que la vieron como un refreshment de diseño e imagen de vinos. La cápsula mantiene el mensaje de la línea Reserva.