La imagen gráfica del Festival de Ópera parte del propósito de romper con el ideal colectivo que se tiene de la ópera como un evento exclusivo y excluyente. Así, el concepto refuerza la idea de abrir este género a otros sectores para hacer de él un evento nacional, incluyente y abierto a que todos los ciudadanos puedan disfrutarlo. Con este fin, se hace uso de diferentes elementos como el color y la tipografía para resignificar de cierta forma el caracter clásico que lo identifica como tal.
A nivel conceptual, se busca principalmente rescatar y resaltar el caracter sensible de la ópera. A través de una exploración con materiales y su traducción a nivel gráfico, se llegó a conceptualizar esa sensibilidad por medio de trazos con pincel y acuarela. A través de este medio se transmite la expresividad y esa identidad única que se encuentra en cada pieza musical, personaje e incluso la obra misma.