El llano en llamas - Juan Rulfo
Grabados en punta seca
¡Diles que no me maten!
"(...) Yo no tengo la culpa de que los animales busquen su acomodo. Ellos son inocentes. Ahí se lo haiga si me los mata. Y me mató un novillo."
"(...) anduvo solo, únicamente maniatado por el miedo. Ellos se dieron cuenta de que no podía correr con aquel cuerpo viejo, con aquellas piernas flacas como sicuas secas, (...) Porque a eso iba, a morir."
"Lo echó encima del burro. Lo apretaló bien apretado al aparejo para que no se fuese a caer por el camino. -Tu nuera y tus nietos te extrañarán- Te mirarán a la cara y creerán que no eres tú. Se les afigurará que te ha comido el coyote."
No oyes ladrar a los perros.
"Era una sola sombra, tambaleante (...) nadie le contestaba. El otro iba allá arriba, todo iluminado por la luna, con su cara descolorida, sin sangre, reflejando una luz opaca. Y él acá abajo."
"Destrabó difícilmente los dedos con que su hijo había venido sosteniéndose de su cuello y, al quedar libre, oyó cómo por todas partes ladraban los perros. -¿y tú no los oías Ignacio?- No me ayudaste ni siquiera con esta esperanza."
2019
